Fuimos la noche

Todo comenzó un día de fin de semana

Quien imaginaria que acabaría en tu cama

Trate de conquistarte en una sola velada

Terminamos dándonos un beso que me llego al alma

Aun te recuerdo en esa noche tan especial

Me enseñaste tus fotografías y me llevaste a tu hogar

Yo solamente te observaba y me deje llevar

Con mi maleta lista por si me quedaba un día más

Y así comenzó esa noche entre dos almas inocentes

Tan curiosas una de la otra deseándose desde siempre

Tal vez de manera obvia o de maneras indiferentes

Simplemente los dos sabían que esa noche duraría para siempre

Fuimos la noche eterna

Donde nos besamos

Donde nos amamos

Con tan solo tocarnos

Sentimos el cielo mas cerca

así nos entregamos

Así nos ilusionamos

Entre tus sabanas y velas

Fuimos la noche eterna

Enfermera – Ernesto Delirium [Letra]

Estoy temblando fuerte

convulsionando

alucinando

necesito de ella

De ella, mi enfermera

de mirada relajante

de su sonrisa

de su voz anti-psicótica

Ocupo la tranquilidad

solo ella me la dará

cuando me toma de la mano

me hace sentirme mas humana

Me asegura que todo esta bien

cuando siento una bala en la cien

que penetra a velocidad microscópica

que poco a poco me pone psicótica

Cuando entra a mi cerebro

pierdo la cabeza

me lleno de voces

y se acumula mi tristeza

Si tan solo ella me diera la mano

y me dijera que nada de esto es en vano

le contaría de mis fantasías

y le leería todas mis poesías

Quisiera decirle, que la deseo

que yo también la conozco

como una mujer a otra mujer

como su belleza la reconozco

Quisiera contarle

mas que nada besarle

ella y yo en el cuarto de retención

amarrarla a la cama y darle mi atención

Recrear con ella mis alucinaciones

solo las mas románticas

las mas eróticas

las mas descabelladas

Ahora yo seré su enfermera

ella será mi paciente

no seré como cualquiera

haré que olvide su pasado, futuro y presente

Seré insistente

delicada

consciente

y entregada

A ella, mi paciente

mi amante inocente

que sienta mi amor latente

hacerla venir, hasta dejarla inconsciente

Esperare nuestra cita en el cuarto de consulta.


 

 

El Perdón

Esta noche recordé tantas cosas que me duelen. Cosas que aun no me he perdonado. Esta noche fue diferente. Después de hablar con un ángel, un ser hermoso lleno de amor y delicadeza que me recordó lo siguiente:

Si estas mirando hacia abajo, es por que estas arriba. 

Se me olvida desde donde estoy tomando esta perspectiva. Así que comienzo este proceso del perdón. Empezando por mi.

Me perdono por ser tan duro conmigo:

Esto me pasa cuando sucede algo mas allá de mi control. Sabiendo que el control es relativamente subjetivo. Es un estado mental. Cuando las cosas no están yendo bien, siento que intensifico mas el dolor, la ansiedad y la desesperación. 

Lo veo como una forma de auto-castigo.

Realmente no aprendo nada sobre eso. Así que me perdono por ser duro y mi auto-castigo tóxico.

Me perdono al querer apresurar al tiempo a la hora de olvidar, y creer que ya aprendi de mis errores en la vida que llevo:

Me perdono por no tomar mis relaciones con otros de manera mas cautelosa y mas humana. Me perdono por creer que empezar a unir lazos con otra persona es cualquier cosa que con el tiempo aprenderé figurar. He aprendido sobre eso, mas no totalmente internalizado  la gran importancia de mis círculos y los lazos que tengo con los demás. 

Cada vez mas me estoy rodeando con gente con mucha luz y amor. Que tienen el deseo de la vida reflejada en su mirada. Aveces es demasiado los regalos que he recibido.

Me perdono por creer que podía salirme con la mía en repetidas ocasiones sin consecuencias:

Le he hecho daño a personas cercanas a mi circulo y mi ser. Hubo un tiempo que pensaba que inevitablemente terminamos lastimando mas a los seres que amamos, o que creíamos que amábamos. Sin embargo, el daño esta hecho y deje marcas mas allá de cicatrices. Espero y deseo que sanen con el tiempo.

Me perdono por no permitirme sanar hasta ahora:

Me di cuenta gracias a ese ser hermoso que el mejor tiempo para perdonarme ya había pasado. Mas nunca ha sido tarde para comenzar.

Así que empiezo con esta carta a mi mismo, que comparto contigo, sin conocerte. Sin saber de tu existencia. Con la esperanza que estas palabras le lleguen a la gente correcta, la gente a la que su alma le pida que ya es hora de sanar.